El verano ya ha pasado y con él las ansiadas vacaciones, seguro, que aunque hayamos conseguido el gran sueño de la desconexión de la empresa durante el periodo vacacional, se nos han ocurrido nuevos retos, nuevas ideas… y hemos cargado las baterías para seguir luchando día a día en el mundo empresarial.
Unos de los retos que personalmente se me había ocurrido para las empresas de AEMMCE es “ Tener más presente la formación “, pero tenía mis dudas de cómo abordar el tema. Me váis a permitir usar un símil, entre la empresa y su formación, y la vuelta al colegio de los chicos y chicas, que como bien sabéis se produce en este mes de Septiembre.
Comienza un nuevo año lectivo, lo que supone un desafío para las familias, hay que cumplir horarios, comprar el material escolar, tener más disciplina y múltiples compromisos, todo ello supone un gran esfuerzo para estas, pero sin embargo año tras año y a lo largo de los tiempos, todos los padres han llevado a sus hijos/as al colegio, porque la formación es lo mejor para ellos y ellas, y no es discutible, sabemos que es cierto.. Desde este punto de vista si pensamos en la palabra “formación” seguro que todas las connotaciones que se nos ocurren son positivas: desarrollo, educación, aprendizaje, entrenamiento, capacitación y un sin fin más.
Pues bien os propongo una reflexión, si pensamos en la palabra formación, desde la perspectiva laboral, ¿ todas las connotaciones que se nos ocurren son positivas ?. Personalmente tengo la sensación de que no, también pensamos en: es un gasto para la empresa, una pérdida de tiempo, adaptar horarios, el trabajador tiene miedo al cambio, si la empresa no me paga por ello no voy, otra idea muy arraigada es yo ya se todo lo que tenía que saber, etc.. ¿ qué opináis ?, yo personalmente a esto último contestaría haciendo mención a una cita: ¿Sabes que vas a aprender ahora? Vas a aprender a usar lo que sabes. Theodore Turgeon.
Esa visión de la formación en el mundo laboral debemos desecharla, es obsoleta. La formación a veces tiene un coste, pues si pero os puedo asegurar que la ignorancia se paga más cara. Estamos en un entorno cambiante, en todos los sentidos: nuevas tecnologías, cambios económicos, políticos, globalización de mercados, nuevas técnicas de gestión, nuevos métodos de producción; por lo que las empresas deben de tener la capacidad de reacción necesaria para afrontar dichos cambios, para cumplir con las exigencias del mercado y evolucionar como empresa.
Tenemos que comenzar a ver el Binomio empresa-formación, es un activo más de la empresa y representa economía, hace que la empresa avance: mejora en técnicas de venta, medidas organizativas, aumento de la productividad, competitividad, calidad..
Debemos de eliminar de una vez por todas los valores negativos de la formación, tanto para la empresa como para las personas trabajadoras.
Volvamos al símil que usamos anteriormente, al igual que para las familias es un gran esfuerzo, vamos a hacer lo mismo como empresas, aceptemos el desafío, al igual que con los más pequeños los padres debemos transmitirles una impresión positiva de lo que es volver al colegio, darles el apoyo necesario en ese periodo, intentar que haya un ambiente familiar favorable para que se sienta seguro/a y apoyado para llevar adelante el nuevo ritmo de vida, dialogar sobre la nueva situación y hacerles entender que deben de colaborar, vamos a llevarlo a cabo en las empresas vamos a dialogar con los trabajadores, hacerles llegar lo importante que es la formación y los valores que representa, que supone la superación personal, el logro, un modo de asegurar el puesto de trabajo estando actualizado y capacitado para afrontar nuevas situaciones, creemos un buen ambiente de trabajo.
Y muy importante demos ejemplo, ¿por qué no?, los empresarios y empresarias, también deben formarse y reciclarse.
Fátima Espinosa
Técnico de AEMMCE
2 comentarios:
Un articulo muy motivador.
Felicitades.
Muchas gracias, esa era mi intención motivar y concienciar, el actuar es una decisión vuestra, personal y profesional.
Publicar un comentario