martes, 23 de noviembre de 2010

TORTILLA ESPAÑOLA DEL SIGLO XXI

Una receta creativa para aplicar a nuestras empresas.

Hace ya unos años, Ferrán Adrià, famoso cocinero español que no necesita presentación, creó este plato; se trata de la Tortilla de Patata Deconstruida, o Tortilla española del siglo XXI.

La elaboración de esta receta consiste en preparar, de forma diferente y por separado, cada uno de los ingredientes clásicos de la tortilla española, para servirlos luego superpuestos en una copa de cristal. Comienza en la base de la copa, por la cebolla pochada y va colocando el resto de ingredientes por capas, huevo batido, espuma de patata y aceite de oliva. Una vez en la mesa, optaremos entre degustar separadamente cada ingrediente o bien hundir verticalmente la cuchara y disfrutar de los diferentes elementos de forma conjunta.



Podremos ser detractores, indiferentes o defensores entusiastas de este tipo de cocina, pero hay que quitarse el sombrero ante el genio culinario y empresarial de Ferrán Adrià. Ha tomado un plato sencillo y barato, como la tortilla de patatas y lo ha convertido en un producto verdaderamente diferencial, innovador, de alto impacto, con imagen de marca y con un alto valor añadido. Ha trasladado el pincho de tortilla del bar de la esquina a las mesas con más glamur y a las páginas de las más prestigiosas revistas de cocina.

Hasta ahora hemos hablado de los ingredientes del plato y de su presentación, pero es el momento de pararse a pensar en el proceso de creación. Ferrán Adrià ha utilizado el concepto “deconstrucción” para convertir un producto sencillo, en un éxito de alta cocina. Ferrán Adrià utilizó en su proceso creativo las teorías de Jacques Derrida, considerado uno de los más influyentes pensadores y filósofos contemporáneos. Su trabajo ha sido conocido popularmente como pensamiento de la deconstrucción. La deconstrucción, es un tipo de pensamiento que critica, analiza y revisa fuertemente las palabras y sus conceptos. Podríamos decir que es el desmontaje de un concepto o de una construcción intelectual por medio de su análisis, mostrando así contradicciones y ambigüedades. Deconstruir es, por lo tanto, la acción y efecto de deshacer analíticamente los elementos que constituyen una estructura conceptual. Y el deconstruccionismo, la teoría que sostiene la imposibilidad de fijar el significado de un texto o de cada una de sus partes, debido a que cada lectura implica una nueva interpretación de lo leído. Podemos decir que es un concepto de naturaleza crítica, que define el todo de un sistema en función de la tensión establecida entre sus partes.

Os proponemos, por supuesto que disfrutéis de la cocina de Ferrán Adrià, pero también que utilicéis sus enseñanzas y apliquéis sus ingredientes y su proceso creativo a vuestras cocinas y mejor a vuestras empresas. Es un buen momento para “deconstruir” nuestras estrategias, políticas; nuestros productos, servicios o procesos. Si hacemos las cosas como siempre, tendremos los resultados de siempre. Con todo respeto me atrevo a aconsejar que no sigamos la máxima de San Ignacio, “en tiempo de crisis no hacer mudanzas”. Creo que este es el mejor momento para “deconstruir” los conceptos que seguimos en nuestras políticas comerciales, en el diseño de nuestros productos y servicios, en nuestra estrategia competitiva, en nuestras políticas de motivación e implicación de nuestro personal… utilicemos la creatividad, ya hemos visto lo que se puede hacer con los mismos ingredientes. ¿Por qué no vemos que es lo que tenemos en nuestra nevera y le echamos imaginación al perol?

Alfonso Bermúdez de la Puente González del Valle
Director Grupo P&A Consultores Andalucía

jueves, 4 de noviembre de 2010

¿Por qué debo trabajar con presupuestos?

Con mayor frecuencia de lo deseable, las pequeñas empresas no suelen elaborar un presupuesto de ingresos y gastos para la planificación y el control de su empresa.

Hay 2 razones fundamentales por las que muchas empresas aún ni se lo plantean:

1. Estamos sumergidos en el día a día y no encontramos tiempo para realizar este tipo de tareas, que aunque no urgentes, sí son muy importantes.

2. Creemos que es una herramienta de gestión y control sólamente indicada para grandes empresas y no para pymes y micropymes.

¡¡Grave error en ambos casos!!.

Presupuestar los ingresos y gastos es imprescindible incluso en nuestra vida doméstica, ¿cómo no va a ser necesario en el mundo de la empresa?

Hoy en día, y más si cabe ante un mercado que es cada vez más dinámico y fluctuante, es necesario mantener un exhaustivo control financiero de la empresa. Sobre todo para lidiar con periodos como el actual en que la crisis económica afecta al mundo entero.

En este mundo dinámico en el cual estamos viviendo es necesario adelantarse a los hechos para poder hacer frente a las dificultades e ir tomando las medidas necesarias para resolver los problemas que puedan surgir. Es por esto que los presupuestos tienen una gran importancia en la dirección de una empresa como apoyo para tomar las más acertadas decisiones, por medio de las cuales se alcanzarán nuestros objetivos.

Los Presupuestos son una de las armas fundamentales que toda empresa (grande o pequeña) debe realizar para poder llevar una planificación y una gestión económico-financiera eficientes.
Mediante la planificación lo que se pretende establecer es donde queremos estar en un futuro. Es decir, partiendo de la situación actual de la empresa, debemos establecer qué vamos a hacer para llegar a la situación futura deseada.


Por ejemplo, si ahora vendemos 5.000 unidades y para el año que viene queremos vender 7.000 unidades, ¿qué tenemos que hacer para conseguirlo? Habrá que planificar que acciones y medidas vamos tomar para alcanzar ese objetivo. Y esta planificación se plasmará en los presupuestos.


Para poder realizar una planificación (y por tanto unos presupuestos) hay que tener muy en cuenta donde estamos, cuales son nuestras capacidades y nuestras debilidades, cuáles son y cómo son nuestros competidores, el contexto económico, social, etc. actual.
Una vez analizados todos estos componentes, pasaremos a realizar una planificación cualitativa, es decir, plasmaremos nuestros objetivos (aumentar producción, ampliar inmovilizado, aumentar ventas, expandir nuestro mercado, etc.).


Y una vez que sepamos hacia donde queremos dirigirnos, realizaremos los Presupuestos, que es la expresión cuantitativa de los objetivos (cuanto nos costará y cuánto obtendremos).

De esta manera, el presupuesto podrá ser un verdadero instrumento de control para la empresa.

Creo que merece la pena que empleemos algo de tiempo en planificar, presupuestar y controlar, ya que, a veces, la mayor innovación que puede hacer una pyme está en la mejora de su propia gestión.

¡¡Presupuestemos pues!!

Un saludo a todos,

Juan Manuel Pérez Márquez

Gerente de AEMMCE